Seguros de Vida
Tranquilidad para usted y sus seres queridos.
Muchas personas consideran que el seguro de vida es el núcleo de un buen y solido plan financiero y aunque a nadie le gusta pensar en fallecer, el seguro de vida puede aliviarlo de las preocupaciones financieras que sus seres queridos pueden enfrentar en caso de que usted fallezca.
Sus beneficiarios podrán usar su póliza de seguro de vida para ayudar a pagar cualquier cosa, desde costosos funerarios e impuestos sobre el patrimonio, hasta compensar la pérdida de ingresos o financiar la educación de sus hijos. Incluso se puede usar para continuar con los pagos de su hipoteca para ayudar a garantizar que la vivienda familiar permanezca en la familia.
El seguro de vida usualmente se divide en dos opciones:
- Seguro temporal y
- Seguro Permanente
Cualquiera de los dos funciona de la misma manera en lo siguientes puntos.
- El pago mensual es fijo.
- Los dos pagan en el evento de un fallecimiento.
- Cualquiera de los dos te permite escoger el monto de cobertura.
¿Cuál es la diferencia?
Seguro temporal:
- Ofrece el beneficio de tener una protección mayor a un precio bajo por el tiempo que se necesite.
- Puede elegir entre 10, 20 o 30 años.
- No es un contrato, se puede cancelar en cualquier momento sin ningún cargo.
- No acumula dinero.
- Esta póliza es recomendable para suplementar una póliza de vida permanente.
Seguro Permanente:
- Ofrece el beneficio de tener una protección de por vida.
- Cubre hasta los 120 años o hasta cuando desee cancelar.
- Acumula dinero que se puede sacar en cualquier momento.
- No es contrato se puede cancelar en cualquier momento. (Pero al cancelar antes de los 10 primeros años recibirá un reembolso un poco menor a lo que pago)
- Puede ayudar a suplementar fondos de retiro.
- Gana intereses
- Pagos son fijos y nunca cambian.
Como funciona:
En el evento de un fallecimiento, el seguro es responsable de pagar el dinero acumulado en tu cuenta más el monto de la cobertura de la póliza.
Ejemplo:
Tu seguro tiene un límite de cobertura de $150,000.
En un fallecimiento se le paga a los beneficiarios $150,000 + cualquier cantidad que se acumuló en el ahorro hasta ese momento.
El propósito del dinero acumulado es para generar los suficientes intereses para que después de más o menos 10 a 15 años, los intereses sean lo suficiente para seguir haciendo los pagos mensuales en perpetuidad.